Seth fue asociado con las tormentas de arena, como dios del
desierto, y protector de las caravanas que surcaban el país de los faraones.
Debido a la extrema hostilidad del clima desértico, Seth era visto como
extremadamente poderoso, por lo tanto como una deidad principal.
Pese a ser considerado la antítesis de Osiris, muchas de sus
acciones se deben más a su anormal fuerza y carácter que a su maldad. El
asesinato de su hermano fue motivado por envidia, dado que en el reparto Seth
recibe de Geb el terreno desértico, mientras que a Osiris le hace señor del
Egipto fértil. Fue exiliado al desierto por su sobrino Horus, hijo de Osiris,
en venganza por el asesinato de su padre.
Mientras que desde un principio se le acusa de ser el
causante del robo del Sol y de traer la oscuridad se le considera un ser
protector del faraón al final de la dinastía II, y durante la dinastía XV; a
partir del Imperio Nuevo, también dios de la guerra y del ejército (dinastía
XIX), aunque por breve tiempo.
También es el encargado de proteger la barca solar de Ra (el
dios egipcio que simboliza al Sol), que desde la proa, combate diariamente a la
temible serpiente Apofis.